El ultrasonido hepatobiliar es un procedimiento diagnóstico que permite evaluar con detalle las estructuras del hígado, la vesícula biliar, los conductos biliares y en ocasiones partes del páncreas. Este estudio se realiza mediante ondas sonoras que generan imágenes en tiempo real, facilitando la detección de diversas enfermedades y alteraciones en el sistema hepatobiliar sin necesidad de procedimientos invasivos ni exposición a radiación.
Enfermedades hepáticas detectables mediante ultrasonido hepatobiliar
Una de las aplicaciones principales del ultrasonido hepatobiliar es la detección de patologías que afectan el hígado. Entre las más frecuentes se encuentran:
- Esteatosis hepática o hígado graso: Acumulación excesiva de lípidos en las células hepáticas que provoca un aumento del tamaño y alteración de la textura del órgano, fácilmente identificable en la ecografía por su aumento en la ecogenicidad.
- Cirrosis hepática: Enfermedad crónica caracterizada por la fibrosis y la alteración de la arquitectura hepática. En el ultrasonido se observa un hígado pequeño con superficie irregular y, en algunos casos, signos de hipertensión portal como dilatación de vasos.
- Quistes hepáticos: Cavidades llenas de líquido que pueden ser simples o complejas, detectables mediante el ultrasonido como estructuras redondeadas y bien delimitadas.
- Tumores hepáticos: Masas focales que pueden ser benignas (hemangiomas, adenomas) o malignas (carcinoma hepatocelular, metástasis). La ecografía permite identificar estas lesiones y diferenciar algunas de ellas por sus características ecográficas.
Patologías de la vesícula biliar y vías biliares
El ultrasonido hepatobiliar es también un examen clave para diagnosticar enfermedades en la vesícula biliar y conductos biliares, tales como:
- Colelitiasis (cálculos biliares): Presencia de piedras dentro de la vesícula, visualizadas como imágenes hiperecoicas con sombra acústica posterior.
- Colecistitis: Inflamación de la vesícula que puede apreciarse por el engrosamiento de sus paredes, líquido pericolecístico y vesícula distendida.
- Coledocolitiasis: Presencia de cálculos en los conductos biliares que puede ocasionar obstrucción, visualizada como dilatación de los conductos y la imagen del cálculo.
- Colangitis: Inflamación de los conductos biliares, que puede asociarse a engrosamiento o irregularidades en las paredes biliares detectables con ultrasonido.
Otras afecciones detectables con ultrasonido hepatobiliar
Además de las patologías mencionadas, el ultrasonido hepatobiliar permite observar:
- Abscesos hepáticos: Colecciones purulentas que aparecen como lesiones con contenido heterogéneo y bordes irregulares.
- Hepatomegalia: Aumento del tamaño del hígado, que puede indicar diversas enfermedades sistémicas o inflamatorias.
- Alteraciones pancreáticas: Aunque el páncreas no es el objetivo principal del ultrasonido hepatobiliar, en algunos casos se pueden detectar masas o inflamación pancreática que requieren seguimiento.
El diagnóstico oportuno de estas enfermedades mediante el ultrasonido hepatobiliar es fundamental para un tratamiento eficaz y la prevención de complicaciones graves. Si presenta síntomas como dolor abdominal, ictericia, náuseas o alteraciones en análisis hepáticos, consulte a su médico para evaluar la necesidad de realizar este estudio complementado con pruebas de laboratorio. Cuidar la salud hepática y biliar es vital para mantener un adecuado funcionamiento metabólico. ¡Programe su ultrasonido hepatobiliar y realícese estudios de laboratorio para cuidar su bienestar integral!