El ultrasonido mamario es un estudio por imagen que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para explorar en tiempo real las estructuras internas de la mama. Este procedimiento permite identificar alteraciones como masas, quistes, inflamaciones o acumulaciones de líquido. La presencia de líquido en una imagen ecográfica puede estar asociada a diversas condiciones clínicas, por lo que su adecuada interpretación es esencial para un diagnóstico certero y oportuno.
Líquido en la mama: ¿siempre es un quiste?
Cuando se detecta líquido en el ultrasonido de mama, una de las causas más comunes es la presencia de quistes. Estas son formaciones benignas que contienen fluido en su interior y se originan por la obstrucción de los conductos mamarios. En la ecografía, los quistes simples se identifican como imágenes anecoicas, es decir, completamente negras, con bordes bien definidos y sin flujo interno en el estudio Doppler.
No obstante, no todo líquido corresponde a un quiste. Existen otras condiciones en las que el líquido puede acumularse en los tejidos mamarios, por lo que es fundamental evaluar otros parámetros ecográficos y considerar los antecedentes clínicos de la paciente.
Quistes complejos y contenido ecogénico
En algunos casos, el líquido presente en una lesión mamaria puede tener características ecográficas más complejas. Por ejemplo, un quiste puede contener ecos internos, tabiques o presentar paredes engrosadas. A estos se les conoce como quistes complejos, y aunque muchos son benignos, algunos pueden requerir una evaluación más detallada o una punción para analizar el contenido.
La presencia de contenido ecogénico dentro del líquido puede deberse a sangre, restos celulares o material proteico, y suele observarse en quistes hemorrágicos, infecciosos o tras traumatismos. En estas situaciones, el radiólogo valorará si es necesario realizar un seguimiento o proceder con otros estudios complementarios.
Colecciones líquidas por procesos inflamatorios
El ultrasonido mamario también permite identificar colecciones líquidas asociadas a infecciones, como los abscesos. Estos aparecen como áreas con contenido líquido heterogéneo, mal delimitadas y con aumento del flujo periférico en el Doppler, indicativo de inflamación activa. Son más comunes en mujeres en periodo de lactancia, pero también pueden presentarse por procesos infecciosos secundarios a lesiones cutáneas o cirugía mamaria.
Otra causa de acumulación de líquido es el seroma, que puede aparecer después de una cirugía, biopsia o traumatismo. El seroma se manifiesta como una colección anecoica o ligeramente ecogénica, sin signos de infección activa.
Evaluación médica y decisiones clínicas
La detección de líquido en el tejido mamario mediante ultrasonido requiere de una valoración integral que considere la morfología de la imagen, los síntomas de la paciente y su historia clínica. En algunos casos, el líquido puede ser aspirado para análisis citológico o bacteriológico, especialmente si se sospecha infección o si el contenido es denso y persistente.
El ultrasonido de mama es un recurso fundamental en el estudio de lesiones con contenido líquido. Ante cualquier síntoma o hallazgo, consulta con tu médico y realiza una prueba de laboratorio o imagen para cuidar tu salud de forma preventiva.
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