El electrocardiograma es una herramienta diagnóstica de gran utilidad en la medicina clínica, especialmente en el área de la cardiología. Su capacidad para registrar la actividad eléctrica del corazón en tiempo real permite identificar múltiples alteraciones, entre ellas, los signos compatibles con un infarto agudo al miocardio. Esta prueba es una de las primeras en realizarse ante la sospecha de un evento cardíaco, ya que ofrece información inmediata y relevante para el diagnóstico y tratamiento oportuno.
Cambios en el electrocardiograma durante un infarto
Cuando ocurre un infarto, el flujo sanguíneo hacia una parte del músculo cardíaco se interrumpe total o parcialmente debido a la obstrucción de una arteria coronaria. Esta falta de oxígeno provoca daño en las células del miocardio, lo cual genera alteraciones específicas en el trazado del electrocardiograma.
Entre los cambios más comunes se encuentra la elevación del segmento ST, que suele indicar un infarto con elevación del ST (IAMCEST), una forma grave de infarto que requiere atención médica urgente. También pueden observarse ondas T invertidas, ondas Q patológicas o alteraciones en la morfología del complejo QRS, según la etapa del infarto y su localización.
Estas manifestaciones eléctricas permiten no solo confirmar la presencia de un infarto, sino también determinar su ubicación en la superficie del corazón, como anterior, inferior, lateral o posterior, y estimar su extensión.
Importancia del electrocardiograma en la fase aguda
En el contexto de urgencia, el electrocardiograma es esencial para tomar decisiones clínicas inmediatas. Un trazo compatible con infarto permite iniciar tratamientos como la reperfusión coronaria, mediante trombólisis o intervención coronaria percutánea, lo que puede salvar tejido cardíaco y reducir la mortalidad.
El estudio se realiza en cuestión de minutos y puede repetirse en intervalos cortos para monitorear la evolución del paciente o detectar complicaciones como arritmias o extensión del daño.
¿Puede un infarto pasar desapercibido en un electrocardiograma?
Si bien el electrocardiograma es una herramienta sensible, no todos los infartos presentan alteraciones visibles en el trazo, especialmente en sus fases iniciales o cuando se trata de un infarto sin elevación del ST (IAMSEST). En estos casos, el electrocardiograma puede ser normal o mostrar cambios sutiles que deben interpretarse en conjunto con la clínica del paciente y los resultados de otras pruebas, como la determinación de enzimas cardíacas.
Por ello, un electrocardiograma sin alteraciones no descarta por completo un infarto, sobre todo si el paciente tiene síntomas típicos como dolor torácico opresivo, sudoración, náuseas o dificultad para respirar.
Ante la sospecha de infarto, la realización inmediata de un electrocardiograma puede marcar la diferencia entre una recuperación favorable y una complicación grave. Si experimentas síntomas sugestivos, acude de inmediato al médico. Cuidar tu salud cardiovascular implica actuar con rapidez y realizar estudios diagnósticos en un laboratorio clínico confiable.
