La colposcopía es un procedimiento ginecológico utilizado para examinar con detalle el cuello uterino, la vagina y la vulva, con el fin de detectar alteraciones celulares, lesiones o signos compatibles con infecciones de transmisión sexual, como el virus del papiloma humano. Cuando una mujer embarazada presenta resultados anormales en la citología cervical, puede surgir la necesidad de realizar una colposcopía para valorar el estado del epitelio y establecer un diagnóstico preciso. Ante esta indicación, es común que surjan dudas sobre la seguridad del procedimiento durante la gestación.
Indicaciones de la colposcopía en mujeres embarazadas
Durante el embarazo, el cuello uterino experimenta cambios fisiológicos relacionados con el aumento del flujo sanguíneo y la transformación del epitelio. Por ello, algunas alteraciones detectadas en el Papanicolaou pueden requerir una evaluación colposcópica para descartar lesiones de alto grado o patologías invasoras. Las principales indicaciones en mujeres embarazadas incluyen:
- Resultado anormal en el Papanicolaou, como células escamosas atípicas o lesión intraepitelial escamosa.
- Diagnóstico previo de infección por VPH de alto riesgo.
- Antecedentes personales de displasia cervical.
- Presencia de lesiones visibles en el cuello uterino durante el examen físico.
En estos casos, la colposcopía permite valorar con precisión la naturaleza de las alteraciones y determinar si es necesario realizar seguimiento estrecho o tomar medidas adicionales.
Seguridad del procedimiento durante la gestación
La colposcopía es un estudio no invasivo, considerado seguro durante todas las etapas del embarazo. El colposcopio no entra en contacto directo con el cuerpo, ya que se mantiene fuera de la vagina, y el procedimiento se realiza con el mismo cuidado que en una mujer no gestante. En la mayoría de los casos, no produce dolor ni provoca efectos adversos para la madre ni para el feto.
El especialista debe tener experiencia en interpretar los hallazgos colposcópicos durante el embarazo, ya que los cambios fisiológicos pueden simular lesiones patológicas. La aplicación de soluciones como ácido acético o Lugol también es segura y no representa riesgo alguno para la gestación.
¿Se puede tomar biopsia en una colposcopía durante el embarazo?
En situaciones específicas, puede ser necesario realizar una biopsia cervical si se identifica una zona altamente sospechosa de lesión de alto grado o carcinoma invasor. Aunque la biopsia puede causar un leve sangrado, este suele ser autolimitado y no pone en peligro el curso del embarazo. Sin embargo, se evita en lo posible la toma de muestras si no hay evidencia clara de patología significativa.
La decisión de biopsiar durante la gestación debe basarse en una evaluación clínica rigurosa, considerando los riesgos y beneficios para la paciente.
Importancia del control ginecológico en el embarazo
Realizar una colposcopía durante el embarazo es parte del seguimiento adecuado cuando existen antecedentes o hallazgos que lo justifican. Detectar y vigilar posibles lesiones permite brindar una atención más segura tanto para la madre como para el bebé.
El cuidado prenatal integral incluye también el monitoreo de la salud ginecológica. Agenda tus revisiones y realiza tus pruebas de laboratorio con regularidad para proteger tu bienestar y el de tu bebé.


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